Puerros rellenos.

Estos puerros rellenos son una receta para cuando no tengáis hambre y aún y todo queráis cocinar: salvo que te comas un montón de paquetitos, se cuelan por las rendijas. Pero son bonitos, ¿verdad? Así que esta receta también puede ser un buen entrante si tenemos invitados. Eso sí, como entre ellos tengamos alguno que no soporta los hilos del puerro, vamos fatal. Ah, y son muy fáciles de hacer.

Necesitamos: un buen montón de puerro, zanahoria, champiñones, mozzarella y tamari.

Y hacemos lo siguiente:

Limpiamos los puerros, conservando buena parte del verde (bueno, a mí me gusta) y en cada uno de ellos hacemos una incisión a todo lo largo que nos permita quitar, sin romper, las dos capas exteriores. Para cada paquetito necesitamos dos tiras de éstas.

Picamos el resto del puerro, la zanahoria y los champiñones, y  ponemos a saltear la verdura en una sartén con aceite caliente. Hacia el final, añadimos un chorretón de tamari. No le pongáis sal, que si no, no hay quien se lo coma.

Hervimos brevemente las tiras de puerro, las podemos hacer al vapor. Tienen que estar manipulables, pero sin deshacerse.

Ponemos en forma de cruz dos tiras de puerro y en el cruce colocamos un montoncito de verduras y un poco de queso. Vamos cerrando el paquetito, doblando una tira cada vez.

Antes de servir, los marcamos en la plancha o la sartén bien caliente con un poco de aceite.

Veredicto del fotógrafo: de sabor muy bien, de textura fatal (ay, esa capa exterior).

Por eso, si no os gusta encontraros los hilos del puerro, os aconsejo sustituir la envoltura de puerro por algún tipo de pasta, como la filo, o por calabacín.